miércoles, 8 de diciembre de 2010

Extra.1 PUBLICACIÓN EN INTERNET DE UN TAL RODRIGO

Que feo es hablarle y ya no sentir ese calor, que bien se siente que me dé la espalda y que ya no duela. ¿Quién entiende las ironías de la vida? Así inicio esto, soy Rodrigo, no es por dármelas de bacán, pero soy un chucha. Hago todo bien, bueno eso dicen las flaquitas, soy un capo en todos los rubros. Como diría la ruquita con la que me metí el sábado “soy un hombre todo terreno”. En esto es en lo que me he convertido, el amor enferma y más el de ella.


Si pues, escribo esto para Pamela, ella me cagó y acá estoy escribiendo cursilerías (quiero aclarar que no es lo mío, si mis patas leen esto me van a tachar de cabrito), la conocí en una discoteca y toda coqueta la desgraciada no perdió mucho el tiempo y me enamoró. Así son las peruanas pues, rapiditas, pero lo que no saben es que ahora yo soy a prueba de balas. A Pamela le gustaba escribir, me agarro por el sentimiento, para que vean lo pendejas que son las mujeres (quiero aclarar que no estoy para nada despechado), me escribía historias donde me hacía sentir identificado, pero así como yo, se identificaban 10 huevones más. A ella le gustaba arrasar, la última que me enteré de ella es que se cambió de nombre, resulta que no se llamaba Pamela, se llamaba Romina. Meterse con ella, era más peligroso que una sobredosis de coca, con billetera llena y calato, en un callejón de las afueras de puente piedra. Lo digo porque me ha pasado y nada me dolió más que perderla, bueno, ni siquiera la perdí porque en realidad nunca la tuve. Detesto ponerme cursi, creo que está de viaje porque se murió el “amor de su vida”, como hubiera querido ser yo…

Recuerdo que un día tomando en la casa de un amigo, estábamos con su mejor amiga y un pata más, ella ni me miraba y por obvias razones de “macho fumón y sexy” yo tampoco, pasaron las horas y con el alcohol ingresando a mis arterias cerebrales, ella se acercó a mí, era obvio que en algún momento de la noche lo haría, ella detesta que un hombre la ignore y con la conchudez que la caracteriza me dijo “oye y ¿tú? ¿Estás jugando conmigo o qué?”. Donde carajo se ha visto más frescura que esa, Pamela, digo Romina, salía con dos patas a la vez, dos hombres que, probablemente, ni la querían, ¿porqué puta razón quería tenerme a mí dentro de ese grupito?, ¿acaso no se daba cuenta que a mí sí me dolía?.

- Pamela, yo jamás jugaría contigo y lo sabes perfectamente.

- Mira Rodrigo, estoy harta de esto, un día estás bien y al día siguiente te pones así. Yo no estoy para esta clase de juegos.

Y es así como yo el gran macho de los machos, terminaba abrazándola, besándola y sintiendo un calor en ella, que para mí era profundo, mientras que para ella era una completa ridiculez. Pamela, si estás leyendo esto, en tu puto blog que odié leerlo, ni siquiera me mencionaste, a lo mucho dijiste “encuentros sabatinos sin importancia, vacíos, inconclusos”. Te odio, y ni te imaginas como desearía ser ese Diego al que tanto quisiste, el que tanto te quitó y nada te dio. No sabes lo que eres para mí, eres como una obsesión tatuada en mi espalda y vas a ser mía ¿sabes?, ahora soy otro, cuando regreses de viaje atente a las consecuencias, Pamela o Romina, como mierda te llames.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Cap. 22 FINAL II

A pasado tanto tiempo desde aquel dìa. Todos los jueves desde su muerte, voy a un parque sola (porque quedamos en que el jueves era nuestro día), me siento en una banca cualquiera, prendo un cigarro y acaricio a un imaginario, a una presencia que no existe, Tan intangible, tan incorpórea, tan nada. No sé cómo puedo estar casada, fingir que soy completamente feliz y acostarme con un hombre pensando en otro (aunque eso lo hago desde chibola, cuando empecé a escribir),  sigo atada a su recuerdo, sigo tratando de desplazarlo, sigo pensando que "con otro calzoncillo" lograría dejar de pensarlo, pero bueno, nunca lo admití pero siempre supe que lo que hago no tiene nombre...


Y aquí queda esta historia. Gracias a todos los que la leyeron (:

Cap.22 FINAL.

En el entierro estaban todos, mirando aquel cajón que guardaba el que para mí era el hombre perfecto, tal vez sea un imaginario pero eso significaba para mí. El silencio mental se apoderaba de mi, miraba al techo, al cajón e imaginaba que sus labios se movían para sonreírme por última vez, estuve silenciosa, nadie me hablaba, a pesar de que disimulaba muy bien todos notaban en mi mirada ese brillo que solo da el amor. Su mejor amigo, que estaba dando unas palabras en el podio, de la nada dijo, “Romí se que tú tienes mucho por decir acá”, todo el velatorio voltio la mirada hacia mí, no sabía qué hacer ni a dónde meterme, me paré subí los tres escalones que me llevaban al podio, Antonio me dio el micro.


“No voy a llorar, ya no más,- agaché mi rostro y luché con esas ganas de soltar mi tristeza- solo espero que esté en algún lugar mejor, ya no me importa que solo permanezca conmigo en mis sueños, así es el destino, espero que me esté escuchando, y solo quiero decirle, adiós Dieguito y aunque nunca te lo haya dicho, me muero por ti y así será siempre”.

Llego a mi cuarto y me hecho, miro al techo y me acuerdo de su cara sonriendo diciendo que mi techo es feo igual que yo, que soy una ilusa, etc. Tengo en una caja todo lo que tenía de él, un piercing de lengua, un chanchito, una casaca, una carterita de mano hermosa, cartas, un collar con una tabla y dos rosas completamente marchitas. Voy a fumar marihuana al parque y veo las bancas donde años atrás nos besábamos. Voy a chupar a la casa de mis amigas y lo veo sentado en un mueble sonriendo y contando sus historias, burlándose de todos, incluyéndome. Me paro en la puerta de mi casa en la madrugada cuando vengo de tomar, volteo y veo el taxi vacío, sin él; mientras meto la llave suelo imaginar sus cosquillas en mi cuello, su mano y mi mano entrelazadas. Paso por el parque Kennedy y veo la banca donde solíamos sentarnos y reír. Veo su foto en mi velador y sé que no podré dejarlo de amar. Yo soy el piloto de mi vida, y él era el copiloto que quería tener, el único, si no lo tengo a él no quiero a nadie más, prefiero que ese lugar esté vacío a que lo ocupe alguien irreal.

Cap.21 Asì como apareció, DESAPARECIÓ.

Hoy me llamó Ale, me dijo que vendría , eso me dio mucha alegría ya que me siento rara, no hago las cosas por que las quiero hacer, si no por cólera, por impulsos, esos impulsos que llevan a cometer errores, esos errores que llevan a perder lo que más quieres, lo que espero y lo que esperaré. Aunque si no hubiera ido a ese hotel no hubiera sucedido lo del beso y lo demás, pero en fin, no eran las circunstancias que esperaba.


- Romina, puta madre te vas a morir.

- Habla bien chola, habla bien, te extrañé alucina, ¿un puchito?

- Todo lo que quieras amiga, hoy, todo lo que quieras.

- ¿Qué tienes corazón?, te noto alterada. Nooooo, amiga, no sufras- y solté una carcajada irónica.

- Romina, Diego…está…puta no sé como decírtelo- agachó su cabeza, se le empezaron a caer las lágrimas, recuerdo eso en cámara lenta, se sentó en mi cama, mientras yo caía de rodillas al suelo.



- Que mierda le paso, dime por favor, no me hagas esto Dios, puta madre, Alessandra dime huevona, dime- mi voz temblorosa ahogándose en el inicio mi llanto.



- Su gorda cojuda y maldita, le metió algo al trago, no sé bien la historia, pero la cosa es que ha declarado que se le pasó la mano y que no era su intención matarlo, lo peor de todo es que parece que fue idea de tu primo. Puta Romina, falleció ese día en el hotel, a las 4:12 am- miré al techo de mi cuarto, que era tan feo como yo (como mi amor decía), recuerdo gritar y vivir todo en cámara lenta, como si fuera el último minuto de mi vida.



- Romina todos ya saben, nadie tuvo los cojones de venir y decirte, hoy es el entierro, encontraron el cuerpo el lunes en la mañana- se le empezaron a caer las lágrimas mientras yo estaba en el suelo agarrándome la cabeza, sin sentido, sin poder retroceder el tiempo.



El orgullo, el ego y el rencor de la forma en que me trataba me limitaban a acercarme, a ser buena, linda con él, moría de miedo, el temor fue mi peor enemigo, ese temor al rechazo ó a quedar como una idiota. Así son las cosas pues, desapareció, no está más en mi vida, al irse se fueron con él mis ganas de relatar esta historia, mis ganas de contarla, mis ganas de desfogarla, mis ganas de volverla a sentir, así que lo siento pero este relato termina aquí. El se llevó consigo, sus caricias, lo único que me faltaba para sonreír. Su forma de caminar, su forma de pedirme un beso, su forma de hacerme sentir protegida, de hacerme sentir que todo estaba bien solo cuando lo tenía al lado, su capacidad de hacerme sentir que nada importaba más que nosotros cuando estábamos juntos, su mirada al pegar su frente y la mía, su aroma, extraño todo, absolutamente todo hasta lo mierda que podía ser cuando estaba molesto. Preferiría mil veces que esté con quién quiera, que me olvide, que piense que nunca existí en su vida, verlo de lejos y que no me reconozca, pero le ruego a Dios que me lo devuelva.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Cap. 20 parte II

Lo quiero y me faltan los cojones necesarios para confesarlo, lo admito soy débil y soy aún más débil cuando está frente mío.

-          ¿me puedes explicar que fue eso?, dime que fue real y me puedo morir tranquila-sonreí  avergonzada, mis brazos rodeaban su cuerpo le levanté ligeramente el polo en la parte de la espalda y puse mis manos ahí, sentí su piel tan fría y a la vez me transmitía tanta comodidad,  me dio un beso en la frente y se fue caminando despacio.
-          Volteó me sonrío – ¿Romina tienes planes para mañana?
-          No ¿porqué?–  
-          … ¿y para el resto de tu vida?- sonrió, el siempre estaba serio soltando sus chistes sin gracia, que en el fondo me encantaban, y se fue caminando-
-          Espera, Diego, ¿te vas a ir así no más?- tragué saliva- podemos vernos el jueves en Miraflores, en la banca de siempre- caminó hacia mí, agarró mi mano y entrelazamos nuestros dedos, estábamos frente a frente y aún así mi mirada estaba clavada como una estaca en el suelo.
-          Ok, los jueves será nuestro día, a las 6?
-          Listo- me dio un beso en la mano y levanto mi rostro para que lo mirara.
-          Cuídate un montón pequeña, un beso-dijo
-          Sonreí y dije- Dos- y se marchó-

 Con todo eso me olvidé de la tarada de su ex, que dicho sea de paso está loca y me detesta, no sé como soportó verme hablar con él. Han pasado 3 días desde esa noche, ya era miércoles y nunca más me contestó el nextel lo intenté llamar dos veces   después de lo que pasó y nunca me contestó, no sé que ha sido de él, no se a donde ha ido a parar, no sé si está pensando donde estoy, no sé si todavía me quiere como yo a él. 

jueves, 4 de noviembre de 2010

Cap.20 Luego de lo bueno (Bruno) viene lo más bueno (Diego)

Nos la pasamos fumando marihuana, no recuerdo cuanto fumé, el se quedó dormido y por alguna razón tuve ganas de prender mi nextel, eran las 4.19am, apenas lo prendí entro un directo de Diego, “estoy alucinando de tanta marihuana creo” me fijé bien, era imposible que los efectos de la hierba me hagan ver tanta maravilla y así con una sonrisa estúpida en el rostro contesté.


- Diego, hola ¿qué tal? ¿Qué tal la película que vieron? La mía estuvo buenasa alucina- irónicamente.

- Romina, ¿puedes salir de tu cuarto un toque?- todo estaba oscuro aún.

- Diego todo está oscuro, no molestes.

- Ok, chau- dijo con voz temblorosa.

- Mentira, sube al 4to piso-dije-

- Ya estoy ahí, afuera de tu cuarto- “¿qué tan rápido?”- pensé.

Salí del cuarto, completamente nerviosa, asomé mi rostro por la puerta y al no ver a nadie salí. Sentí que alguien rodeaba mi cuerpo abrazándome por atrás.

- Hola- en tono susurrante.

- Carajo, suéltame.

- No, acá me siento cómodo, solo quería hacer esto por última vez-

- No jodas Diego… no me hagas esto - “tú eres el único que puede permanecer ahí toda tu vida si se te da la gana” pensé- sacando sus manos a la fuerza de alrededor mío.

- Qué tal la pasaste en tu cuarto, usaste el jacuzzi?- dijo con cara de intriga y fingiendo una sonrisa.

- Sí, usé eso y todo lo demás, hasta el suelo creo, más rico ni te imaginas- acerqué mi rostro, se lo dije con un tono retador.

- No me jode alucina, sé lo que intentas, te conozco- retrocedió unos pasos.

- Créeme que a mí tampoco me jode, yo no fui la que preguntó sobre tu intimidad así que anda ubicándote, no me interesa nada de lo que hagas, me zurro entendiste- di media vuelta y le di la espalda agarrándome la frente.

- Nunca te olvidé ¿sabías?- puse la mano en la manija del cuarto como para abrirlo y entrar, ahí es cuando me agarra de la cintura me voltea bruscamente y me empieza a besar, sentí en el pecho una sensación de placer, tranquilidad, amor, ese no sé qué que te hace temblar. Nos besamos un buen rato, fue un beso acompañado de caricias, le agarraba el rostro acariciándole las mejillas, luego el pelo, mientras que el tenía una mano en mi rostro y con la otra me abrazaba, apretaba mi polo y acariciaba mi espalda, mis frías manos se deslizaban por su torso tibio, acojedor, perfecto.

viernes, 22 de octubre de 2010

Cap.19 al Hotel con Brunito

Doblamos la esquina y entramos a un Hotel que quedaba cerca al local, era un hotelucho lleno de parejas carretonas después de un sábado de juerga, en el lobby del Hotel estaba Diego y su “gorda”, en ese instante sentí que quería morir, llorar y no existir. Me aguanté las lágrimas lo miré fijamente, recuerdo su mirada de ¿Qué haces acá?, se notaba que no lo podía creer.


- Romina, ¿Qué haces acá?- en su rostro notaba su decepción y el notaba mi histeria, sabía que la notaba, el me conoce muy bien.

- Yo? Que hago acá? Vengo a ver televisión en un cuarto como tu Dieguito- en ese instante me llegó todo, no sabía por donde desfogar mi furia y en ese instante pensé, “se cagó este huevón lo odio, me tiro a Bruno”



Empecé a caminar hacia el ascensor mientras Bruno hablaba con la encargada, sentí que alguien me tomó del brazo y era Diego, solo hizo eso, me agarró del antebrazo – No lo puedo creer Romina, te cagaste y así dices que “ahora” ya sabes querer y valorar, perfecto- su cara era el reflejo de la decepción mezclada con la impotencia de no poder decirme nada más. No le contesté, solté mi brazo a la fuerza y seguí mi camino; ese camino que, no tenía profundidad, consistencia, razón de ser ni sentimientos ya que todo eso se quedó en la puerta del ascensor, con él.

Entré al cuarto me eché en la cama esperando que llegue Bruno, en mi mente solo estaba Diego con la chica esta, el despecho me invadía no sabía qué hacer ni cómo reaccionar, así que decidí escribir “QUIERO CONFESAR que soy débil de corazón y mente, que soy aún más débil cuando no estás, cuando me dices “NO”; que no quiero ni luchar, y quiero confesar que la palabra resignación apareció en mi vocabulario”. Impotencia, la siento a diario y con ella gritar ni llorar es suficiente. Llegó Bruno al cuarto.

- ¿Te estás quedando dormida Ro?

- Por favor Brunito- me paré lo jalé hasta la cama agarrándolo del cuello, fingir que todo está bien es mi especialidad.

- Qué rica eres carajo

- Suelo causar ese efecto Die…- me quedé mirándolo a los ojos fijamente, estupefacta no podía creerlo, lo acababa de confundir, mierda estoy en el fin del mundo.

- ¿Diego? ¿Quién mierda es Diego?

- En qué momento dije Diego, ay Bruno estás lunático- sonreí y le saqué el polo.

- ¿Es el huevón que estaba en el recibidor cierto?

- Puta, sí.

- ¿Te gusta?

- Ajá- estábamos casi desnudos, paramos la acción de todo para su avalancha de preguntas.

- ¿No te dolió verlo ahí, con otra?

- Créeme que si no me hubiera dolido no estaría acá contigo casi desnuda a punto de hacer algo sin razón de ser, yo no soy así, el despecho me hace volver a nacer, me crea de nuevo y me inventa retos que no son míos.

- A mí también me afana una flaca, la quiero un montón, pero tampoco voy a estar todo arrastrado pues.

- ¿Anda sí?, la diferencia es que yo no quiero a Diego solo estoy confundida y arrepentida por cosas del pasado.

- Si lo quieres Romina, no te engañes, de nada te sirve.

- Te juro que no Bruno, te lo juro, no pasa nada.

- No te quieres dar cuenta alucina.

- Ya fue, ¿fumas hierba?- Dije-

- Si, ¿fumamos y tiramos?, va ser buenaso ah, ahí si nunca MUERO.

- No, ya se me quitaron las ganas payaso, por cualquier lado quieres METER tu cucharita. Aunque puede ser, depende de tí- lo quedé mirando con una cara retadora, que de por sí emitía vibraciones calentonas en la habitación.

cap.18 ROMINA saca a flote su DESPECHO.

Mi ego, mi orgullo, mi todo se volcó en la meta de querer aparentar que nada me importaba, me sentía vacía, sin sentido, sin solución. El vacío que siente mi corazón es sólo culpa mía, yo ocasioné que las personas que quiero se alejen de mí, me siento vacía, perdida, sin papo, sin Diego, sin NADIE real, full agarre sabatino que no significa nada. Estuve bailando con un chico toda la noche, Bruno, ya lo conocía y siempre me miraba pero no le preste atención, nos besamos, fue el beso más vacío que he dado en mi vida, un beso sin sentido, sin fortaleza, con mucho deseo, pero nada de intensidad. Caminando hacia la puerta de salida con Ale, viene Bruno, me abrazó por atrás y camino conmigo hacia la salida. Ya estábamos en la calle con un montón de amigos, todos borrachos y molestos porque unos chicos les querían buscar la pelea por donde sea, Antonio, que siempre que se mecha le roba algo a quién le pega; Sergio, hay que tener cuidado con el que hasta de la piel podría sacarte una granada o algo por el estilo; Danny, que es famoso por romper ojos; Juan Pablo, que es el más celoso de todos, nos cuida un montón y otros amigos más. Bruno y yo estábamos besándonos en la puerta del local hasta que salieron todos.


- Romina y Alessandra, ¿a donde mierda se van con ese pata?- dijo Juan Pablo frunciendo las cejas.

- Nada Pablo no pienses estupideces – dijo Alessandra con cara de asustada, porque Juan Pablo cuando se meten con sus amigas se vuelve loco.

- Ya, apúrense suban al carro, dile a la huevona de Romina que ya se cagó, no me gusta verla haciendo esas huevadas-

- Oye Juan Pa, no hables tonterías Bruno es mi primo- dije actuando serenidad, sabía que él era capaz de matarlo.

- A ya entonces normal Romí, perdón por pensar mal, es que hay tanto aprovechado en Lima, ¿te vas con el entonces?-

- Haber un toque-

Me acerqué a Ale y ella estaba abrazada con un amigo de Bruno que se llamaba Said, así que no quise interrumpir y de frente le dije a Juan pablo que podía irse. Yo no quería absolutamente nada con Bruno, planeaba esperar que Ale se agarre a Said e irnos. Estaba caminando delante de ellos y vuelve acercarse Bruno por atrás.

- Romina, es nuestra oportunidad vámonos a otro lado- con sus manos recorrió todo mi cuerpo pasó por mis senos y los apretó, besándome el cuello. Alessandra se dio cuenta y soltó mil carcajadas con su risa de bruja, yo la miré y sonreí también, me hizo un gesto con la mirada como diciendo “vamos con ellos”. ¿Qué hago carajo?, mi amiga quiere ir con ellos, no puedo negar que yo también pero estaría pensando en Diego, en lo que hizo, no lo podría tolerar.

Cap.17 Diego agarra con su ex? en la cara de Romina?

Hoy me puse a recordar, luego de terminar con Diego, el día de mi cumpleaños me la pasé con un pata besándonos, yendo de aquí para allá, yo no quería desde un principio que Diego vaya porque me hostigaba su presencia, no quería verlo, me llegaba al pincho. Diego llegó, con una bolsita amarilla, yo abrí la puerta y puse la peor cara de culo que alguien puede poner, me abrazó y me dio el regalo que trajo, era una carterita de mano hermosa, pero bueno eso no es el punto, lo miré fijamente y le dije quiero hablar contigo.


- ¿Mira diego, que haces acá?, te informo que nosotros ya no tenemos nada que ver, si te quieres quedar normal, pero no quiero que me hagas escenitas, ni que me jodas ok?, no quiero sentir tu presencia.

- Puta, ¿Romina que tienes, porque cambiaste tanto?, si quieres que me vaya me voy, lo que menos quiero es cagarte el cumpleaños.

- No, no, no, quédate no más, tú te haces el pobrecito con todos, de ahí van a decir que soy una mierda y que te boté.

- Yo no voy a decir nada de eso pequeña, dijo mirando al techo y dando un suspiro de “trágame tierra”.

- Ya fue no me digas nada, por ahí está Antonio empátate con él, hablamos-

Cada vez que recuerdo esas cosas, pienso, como mierda pude tratarlo así. Llegaba mi tan ansiado fin de semana, lo más probable era que me encontrará con Diego de una u otra forma, estoy arrepentida y no sé lo que siento, estoy loca, no lo quiero admitir. Él me conoce casi a la perfección gran desventaja para mi, sabe cuando me pongo picona, sabe que si me reta lucharé para darle la contra, sabe que soy celosa y que me cuesta demostrarlo y si lo hago trato de hacerlo con una broma, sabe que no puedo hablar enserio casi nunca y cuando lo hago parece que estuviera fingiendo, sabe que me cuesta demostrar lo que siento, sabe que aunque no lo parezca me cago de miedo, sabe que me tiene en sus manos, lo sabe casi todo, menos que lo quiero. Es más orgulloso que yo, sin embargo de vez en cuando nos las arreglamos para ser lindos uno con el otro, aunque nos cueste.

- Oye Ro, ¿háblale ya? Déjate de estupideces, todo este tiempo se han llevado demasiado bien como para que la caguen-dijo Ale

- El la caga con sus resentimientos, yo no, yo nunca la cago ale, facil un par de veces y ESOO- sacaba las cremas para la hamburguesa sin prestar atención a lo que me decía.

- Sabes que Romina eres una maricona, ¿tú la cagas y te lavas las manos así no más?, por una vez en tu vida has algo por lo que quieres, me decepcionas tanto carajo.

- Ya fue Ale, comete la hamburguesa me quito a fumar hierva con Sergio- tiré la puerta y la dejé sentada en mi comedor.

Cuando volví Ale se estaba planchando en mi cuarto, me tiré en mi cama le dije que me disculpe y todo estaba bien de nuevo. Cuando llegamos a la Discoteca vimos a lo lejos a mi primo, “va querer irse conmigo y tirar, fijo”.

- Sergio, No puede ser, ¿Qué hace este huevón acá?

- Tranquila ¿Por qué te exaltas, Por las huevas te doy hierba gratis?

- Es que va venir Diego y no quiero que mi primo esté acá.

- ¿Tanto por el tal Dieguito?, no que estabas molesta…

- Sí, pero yo la cagué así que le pediré disculpas de una forma más “penetrante” – tomando un trago de whisky para empilarme- lo miré fijamente, puta madre cambio de opinión cada dos horas, primero no quería hablarle y ahora quiero verlo. No me quiero enamorar con el corazón, si me enamoro, haré todo lo posible para que sea con la cabeza.


De la nada no sé como veo a Diego besándose apasionadamente con su ex, una media gordita (de la que me comentó mi primo). Cuando lo vi sentía que mi corazón estaba sangrando y palpitando más de lo normal (encima que estaba demasiado fumada), la gente dice que cuando te enamoras dos veces de la misma persona, la segunda vez solo te enamoras de los recuerdos, pero ahí me di cuenta una vez más que me muero por él, que no solo me gustan los recuerdos del pasado si no que quiero formar recuerdos nuevos con la persona que quiero, al ver el beso me di cuenta que era demasiado tarde.

sábado, 2 de octubre de 2010

Cap. 16 Mi vieja es mi Vieja?, Visita al primo.

Toda la semana me la pasé pensando ¿es esto lo que merezco? Tal vez merezco algo peor, espero estar confundida, espero que todo sea una mentira, que todo sea una ilusión para volver a mi vida de antes sin sentir ese afán por nadie, sin que mi vieja me odie y me bote de la casa cada vez que encuentra razón. Hoy iré a la casa de mi primo para sacarme toda la mierda que tengo dentro, volví a discutir con mi mamá, mi papá me dio plata para comprarme otro nextel y se puso celosa, para no hacer renegar a mi papá traté de que el no se metiera en el asunto.


- Romina, tu ni siquiera debiste haber nacido y aun así tienes la conchudez de sangrar a tu padre, seguro para comprar marihuana no más y unos cuantos trapos horrorosos que usas- dijo ella en un tono burlón.

- Mamá, a ti qué carajo te importa lo que haga con mis cosas, con mi vida, con lo que soy y si soy fumona ¿qué? ¿Qué vas a hacer? Porque finjes que te importa-dije histérica y en voz baja añadí- hipócrita de mierda.

- Ay carajo como no te regalé…

- Ahí está pues, mejor me hubieras regalado, me ahorrabas la cagada de vida que me estás haciendo vivir- dije.

Cuando era pequeña me contaron que mi papá sacó los pies del plato con mi mamá y que la señora estaba embarazada, un día mi hermano me dijo “te quiero como si tuvieras mi propia sangre” y yo, lo quedé mirando y pensando, el solo atinó a reírse y decir “ay Romi es que tu eres hija de la empleada, a ti te sacamos de la basura “ y me quedé tranquila por su broma y lo abrasé. Van pasando los años y esa sospecha se hace cada vez más grande.

Llegué y de frente sin mirar atrás me metí a su cuarto, me tiré en su cama y prendí la laptop. Después de tanto tiempo sin vernos supuse que se le había pasado el enojo por ese día que lo boté después de quitarle toda la hierva que tenía, lo llamé y como lo noté normal, mi conchudez pudo más que yo y fui a visitarlo.

- ¿Puedo escribir algo para ti?

- ¿Escribes Ro?- dijo mi primo

- Lo escribo todo, desde lo más predecible, hasta lo que nunca imaginé decir, lo que nunca imaginé contar, a veces lo hago tan sinceramente que me duele hacerlo.

- ¿si te duele hacerlo porque lo haces?

- No seas pues, me duele porque al escribir le cuento al papel en blanco mi cruda verdad, ese papel sin vida no se lo dirá a nadie pero así también puede ser el mejor delator, me duele escribir mi realidad porque cuando escribo me doy cuenta de lo que siento, lo que pienso y lo que quiero, es que si no lo escribo no lo percibo, no me percato.

- ¿Qué has escrito esta semana, algo sobre mí?

- Escribí un párrafo para ti…y muchos para él.

- ¿Qué? Me estas jodiendo…¿el? A quien te refieres, que hablas, seguro es un huevón más como todos con los que te metes y te aburres al toque- frunció el seño como si le hubiera molestado mi comentario, que para mí, era de lo más sano.

- No te estoy jodiendo, ay primo esos celitos te los guardas para alguien que los aguante. Chau.

- Oye espera Romina, ¿Qué te pasa?- abrazándome por atrás e intentando sacarme el polo.

- Nada primo, absolutamente nada, perdón es que me pongo así cuando hablan de la persona que quiero, no te puedes poner a su nivel.

- ¿Va enserio?

- Por ahora sí.

- Entonces porque mierda vienes a mi casa, de mal humor encima, no estoy para aguantar chongos ajenos Romina- me agarró de los hombros fuerte, yo estaba tranquila miraba a otro lado menos a sus ojos, que parecía que fueran a estallar.

- Oye, relájate si? Algo parecido dijiste la última vez– me eché en su cama y puso una cara de perrito utilizado que jamás pensé ver en su rostro.

- Solté una carcajada-¿te hice sentir utilizado primito, like a bitch?-le sonreí y dije- los hombres siempre utilizan a las mujeres, sobre todo tú, se siente feo no?.

- Loca de mierda, no te creas la muy justiciera- soltó una carcajada fingida y en ese instante supe que todo estaba bien.

- No estoy loca, estoy confundida solo eso-

- Diego no?- dijo con curiosidad

- Exacto, la perfección hecha persona- dije con orgullo.

- Conozco a su ex, la gordita

- Sorry, no me interesa el tema.

- Pues, debería- dijo preocupado, pero no le presté importancia.

No sé porque dijo eso, debo admitir que me dejó un poco preocupada, pero preguntar por la gorda sería darle mucha importancia al tema.

domingo, 26 de septiembre de 2010

CAP.15 Que pasa si le Bajo el flaco a una zorra?

Estábamos en el cumpleaños de Sergio, estaba sentada con unos amigos en los muebles mientras que Ale y un tal José, estaban bien encerrados en el baño, no sé porque no pusieron pestillo, cuando tenía ganas de orinar me gané con todo el pase y mi amiga desnuda bien trepada del huevón contra la pared. También fue Lorena llevando al pata con el que estaba saliendo, no la veía hace mucho, intentamos hablar pero no fue lo mismo, el pata se llama Arturo, era bien lindo el desgraciado, no puedo negar que me tentaba de sobre manera, mi instinto me hacía hablarle, molestarlo, coquetearle, etc. Lorena nos quedaba mirando con cierto recelo, pasaba a nuestro costado como tratando de informarnos “ existo “ pero ni yo, ni Arturo estábamos preocupados por ella, Lorena es lo suficientemente zorra como para que se percate de que yo pretendía bajarle al flaco. Después de reírme tanto con Arturo, volteo la mirada y veo a Lorena y a MIII Diego muy acaramelados, disque hablando como patas, huevona no soy pues, Diego estaba picado y Lorena bueno ella siempre estaba alcoholizada con dos vasos, se fueron a comprar cigarros, se demoraron un montón, así que no aguanté la curiosidad y pregunté por él.


- Sergio sabes dónde está diego?

- Si Romi está en la puerta con La zorra de Lorena.

Mi orgullo me lo impedía pero TENÍA QUE ASOMARME, cuando saqué la cabeza por la ventana a ver la puerta, veo el rostro de Diego escondido en su capucha y posado en las tetas de Lorena con sus dos manos en el trasero de la mujer menos esperada, ella, la que alguna vez fue su recontra “pata” y la que había sido mi mejor amiga. Estaban en unos calentones bastante fuertes en plena vía pública, sin roche a nada. Como era de esperarse ME LLEGÓ AL PINCHO. Tragué saliva y un pata vino y por molestar dijo “oye romina, Diego ya se largó al telo” y se carcajeó a más no poder en mi cara. Cuando ya no quedaba casi nadie en la reu, agarré a Arturo del polo y lo jalé hasta la habitación del hermano de Sergio porque el cuarto de Sergio estaba cerrado, mientras el prendía una pava de marihuana. Llegamos a la habitación empezamos a besarnos riquísimo, nuestras lenguas se compenetraban, la química era buena, tenía las expectativas del mejor sexo de mi vida, me agarraba de la cintura y me pegaba hacia el, los movimientos surgían solos y más aún con la mierda que tenía dentro. Cada movimiento que daba al comienzo eran en nombre de Diego, “maldito cabrón me gustas tanto, lo admito carajo lo admito, estoy más celosa que nunca” pensé. Todo estaba bien hasta que entra el hermano de Sergio a su habitación. “ chicos perdón pueden ir a tirar en el cuarto de Sergio?, el cuarto que tienen que cagar es el de él no el mío”. Estaba avergonzadísima pero felizmente todos estaban borrachos y las luces estaban apagadas, quedaban 3 gatos. Caminamos hacia el otro cuarto con cautela, matándonos de risa, entramos y soltamos unas carcajadas de la vergüenza, del trago, etc. Prendemos la luz y encuentro a diego, en polo durmiendo en la cama, se levantó de un salto y me vio así, con el sostén en la mano, el polo en la cabeza de Arturo, yo con el polo de Arturo puesto, la escena era horrible, me quería morir. Lo único a lo que atiné fue…

- ¿Y Lorena?

- No sé a mí que chucha me preguntas Romina, yo he estado jateando todo la puta noche.

- Que hablas? Yo te ví con Lorena en la puerta.

- Que puerta? No me digas que ahora te tengo que creer solo el 10% de lo que dices.

- Arturo quiso interrumpir diciendo- ¿Chicos pasa algo acá? Diego…

- Con una cara de tranquilidad irónica diego dijo- Vete a la mierda cholo yo llegue primero, ESTOY JATEANDO.

- Ya, Diego no te hagas el huevón. Yo te vi.-Dije con seguridad.

- Romina deja de hablar idioteces, ¿sabes dónde está Juan pablo? Ese idiota se quedó con mi polera cuando vine de comprar, bueno me largo de acá, me llega al pincho ver estas huevadas- se paró y se fue tirando la puerta. Luego de la nada la puerta se abrió de nuevo, y era Diego.

- Romina apúrate que ya nos quitamos- lo único que atiné a hacer fue hacerle caso. No me importo lo que me decía Arturo en ese instante, todo me llegaba, lo miraba a la cara y lo veía hablando en MUTE, no escuchaba nada, solo pensaba “puta la cagué”. Arturo estaba recontra drogado asi que no se percató mucho de la situación.

Diego se la ha pasado ignorándome, ya no se qué mierda hacer, lo tengo tan cerca y lo siento tan lejos, su tono cortante, su mirada evasiva, su poca cautela al mandarme a la mierda, etc., el amor es el sentimiento más doloroso, cada vez que te equivocas es como si te clavaran algo en el pecho, el ser humano nació para cagarla, una y mil veces, pero aún así no aprende.

sábado, 7 de agosto de 2010

Cap.14 encontrón en la casa de Romina

- Romina estás loca pues, ¿has fumado hoy día?


- Calla tarada- sonriendo- lo que pasa es que…NO SÉ LO QUE PASA. Simplemente me estoy dando cuenta de tantas cosas, en mi ser nació una necesidad por él y por primera vez quiero demostrarlo, sin importar las consecuencias.

- No alucina, no estoy de acuerdo, no le digas nada Ro, mucha huevada a él no lo veo interesado, está en otra, no te trata igual y a cambiado un montón.

- Ale, nunca me las jugué por él cuando se lo merecía, no pienso perderlo una vez más por mis estupideces, no quiero que me orgullo interfiera, solo mi corazón.

Luego de hablar con Ale, estaba echada en mi cama aburrida, mis papas habían salido y decidí llamarlo.

- Tururu Tururu, Telefónica del Perú le informa…

- Romina? Por Dios – soltó una carcajada- no cambias.

- Oye pavo ven a mi casa estoy tan aburrida, estoy sola “que raro”

- Sí, que raro- sonrió- siempre te dejan sola querida, ya ahí voy no te preocupes.

- Eso, así me gusta, buen chico.

Llegó y estábamos echados en mi cama, viendo el techo, sin hacer nada solo hablando y discutiendo como siempre para joder nadie le gana.

- ¿Mi techo está increíble no huevón?

- Soltó una carcajada- está igual de feo que tú Rominita.

- ¿por qué no te mueres?

- Porque sufrirías mucho- levantando las cejas.

- La verdad es que sí- completamente seria

- ¿Enserio?

- Más que eso, me has hecho tanta falta…

- Ya pues, no me digas eso.

- Te lo juro Diego, tengo tantas ganas de… no sé, perdón- acercándome a su boca, llegué a rozar sus labios, lo empecé a besar, el estaba quieto, sin moverse, con los ojos bien abiertos como si no se diera cuenta de lo que estaba sucediendo, estaba impactado.

Estuvimos besándonos, no hubo prendas al aire pero estuvimos abrazados el encima de mí, mientras le agarraba el pelo.

- Te quiero- dije.

- ¿Qué?-

- Nada, nada-

- Dijiste te quiero… puta madre Romina, déjate de tonterías, no me hagas esto DE NUEVO, lo siento- se paró se acomodó la ropa.

Automáticamente me empujó a un costado se paró de mi cama me miró fijamente y solo dijo “no suelo decir cosas que no siento Romina discúlpame, me voy “ así, mi ilusión y mis ganas de querer salieron por mi puerta sin saber su destino. Llamé a Alessandra para fumar y contarle, me sentía pésima no podía creerlo, pensé que podría agarrármelo cuantas veces quisiera, pensé que podía recuperarlo el día que yo quisiera, estaba tan segura de que sería eterno, que así lo perdí.

- Ale, no sabes, es un idiota lo odio

- Romina te dije que no abras la boca, ha pasado mucho tiempo, él no es como los otros patas que te agarras, se tiemplan y los cagas.

- Pucha, eso pensé, sentí tantas cosas cuando lo besé a pesar que él no hizo nada. No me correspondió el beso ¿puedes creerlo? Nunca me había pasado eso, me quiero morir.

- Tranquila Ro, ay pero te juro que me cae tan bien, es un cague de risa, hacen una pareja hermosa, no sé cómo pudieron terminar.

- Fui una estúpida- dije agachando el rostro.

- Bo!, ¿Dónde dejaste el ego?, tu siempre lo llevas contigo, ¿se te perdió?- soltando una carcajada.

Cap13 Ro se da cuenta de que QUIERE A DIEGO. y se tortura con eso

Pablo Neruda es un capo, no hay nada que hacer. Me la pasé toda la tarde leyendo poemas, mi frase favorita y con la que me identifico con exagerada razón es “Amo lo que no tengo. Estás tú tan distante”, en esa frase nos planteó que el amor nos puede llevar también a la obsesión.


Hoy recordé un día cuando estaba con Diego tomando en la casa de Alessandra, nosotros estábamos tirados en un sofá, apartados de los demás, hablando de nosotros, de cuanto nos queríamos, de cuanto habíamos cambiado uno por el otro. No sé que me sucedió, ¿porqué la cagué tan feo con el único que no me hizo mierda?. No aguanto la conciencia. Ese día regresamos a mi casa y era el cumpleaños de mi hermano así que todos estaban en el terraza ebrios, los dos estábamos solos bordeando las tres de la mañana sentados en mi sala, abrazados, besándonos, jugando, etc.

- ¿Gorda hay que sacar una chela de la cocina?- sonriendo pícaramente.

- Amor no, estoy asqueada del trago suficiente con lo que tomé donde ale- levemente seria.

- ¿Amor, me tienes miedo? No te voy a violar en la cocina- y soltó una carcajada.

- ¿Qué? Oye a ti no te tiene miedo ni una mosca ¿YA?- y lo besé agarrándole el rostro.

- La picona al desnudo-

- Ya quisieras, Cállate la boca, amor no empieces que de ahí estás llorando como huevón, y te quejas- soltando una carcajada en exceso burlona.

- Claro, CLARO. – me miró de reojo, como siempre, le sonreí y lo agarré de la mano. Siempre le decía eso “de ahí estás llorando como huevón”, es la única manera de sentir que yo no soy la única estúpida que está empezando a “querer en exceso”, para sentir que por lo menos una vez ES MUTUO.

Nunca tuve relaciones con él y no sé porqué, ya que nunca me sentí más segura que con él. Entramos en la cocina y cuando estábamos parados exactamente al frente del refrigerador nos miramos fijamente y empezamos a besarnos, yo estaba con vestido, no perdió mucho el tiempo para bajar las tiras que lo sostenían, tenía el vestido debajo de la mitad del cuerpo, abrazados, mientras hacíamos nuestras “cosas” escuché ligeramente los pasos de alguien bajando las escaleras, no le di mucha importancia al caso, en eso entró en la cocina mi cuñado que gracias al cielo estaba borracho y no se percató mucho de la situación. Creo que en microsegundos nos acomodamos, bueno, eso intentamos.

- ¿Qué pasa acá, que pasa acá?- muriendo de risa y tambaleándose.

- Ay, me asustaste, no pasa nada, estábamos discutiendo-

- Ah, ¿discutiendo?, ahora entiendo porque tanto silencio Rominita, pendejos- soltó una carcajada burlona.

- Que payaso, ya vaya no más interrumpes- sonriéndole para que se vaya.

No dejo de pensar en él, no dejo de recordar, no dejo de torturarme, ¿Qué mierda me pasa? El es tan espontaneo, siempre tiene algo que decir que me arranque una sonrisa, siempre tiene una nueva forma de retarme, una nueva forma de hacerme sentir importante, convierte en inercia mi confianza hacia él, me dan ganas de mirarlo y abrirme hacia él, contarle mis problemas, siento que él es lo que necesito y la estabilidad que mi esencia me pide a gritos. Hablé con Alessandra le comenté que me estaba sintiendo atraída hacia el de nuevo.

jueves, 5 de agosto de 2010

Cap.12 El primo se tiempla & Romina lo caga porque....

Mi primo me ha estado llamando todos estos días, no le devolví la llamada porque estaba en otra, pero ahora si tengo ganas de verlo. Vino a mi casa estábamos echados en mi cama, no había absolutamente nadie y aprovechamos para ponernos cómodos.


- ¿Prima te gustó lo de esa noche?

- Si, creo que sí, estuvo en algo primito, tampoco fue todo lo que esperaba de ti-

- No sé porqué con esa clase de comentarios haces que se me salga lo salvaje, te arriesgas mucho Romina-

- ¿No hay riesgo contigo primo, por favor, un poco de honestidad, vamos a fumar un porrito?- me reí, y noté en su mirada las ganas de mandarme a la mierda, esa cara que me encanta, no hay nada comparado a la satisfacción que siento cuando causo impotencia en mi contrincante.

Nos pusimos a fumar en mi cuarto, cantando, yo estaba echada con las manos en la cabeza sin darle mucha importancia, pensaba en lo divertido que es estar tranquila ya que sentía que había olvidado esa paz interior. El puso medio cuerpo encima de mí y empezó a besarme el cuello, los senos, pero eran besos tiernos, no de esos salvajes y brabucones pero a pesar de eso no me causó ternura. Yo estaba con mi brazo derecho al aire de la cama con lo poco que quedaba de la pava de marihuana, y la aspiraba sin darle la atención debida al momento, no quería admitirlo pero, estaba pensando en Diego. Me paré, le di la ultima pitada y le dije “primo ya fue es hora de que te vayas”.

- ¿Me puedes explicar que mierda tienes Romina?

- Nada, solo vete.

- Sabes que, no me vuelvas a buscar.

Estaba viendo televisión en mi cuarto, y en eso vibra mi nextel, corrí rápidamente y era un mensaje de Diego. “hola bebe, te extraño”, por un momento me emocioné y pensé “este huevón ya cayó”, pero se acabo mi alegría al llegar otro mensaje que decía “se que estás emocionada en este preciso momento, puedo imaginar tu cara de alegría JAJAJA pava”. “Aj loco de mierda”. Es raro, últimamente pienso mucho en él y recuerdo a menudo lo que solíamos pasar juntos. Aún recuerdo cuando le terminé, sus ojos llorosos, yo le había sacado la vuelta y por alguna razón no sentía nada por él en ese instante.

- Amor, escucha, creo que estamos haciendo mal las cosas creo que esto no da para más.

- ¿Qué? Romina por favor piensa bien las cosas no me digas esto…dime, dime que es lo que te jode, mientras esté a mi alcance lo solucionaré- se le empezaron a poner los ojos rojos, agachó su cabeza, apoyo sus codos en las rodillas y se tapo la cara con las manos.

- Escúchame ya nada tiene sentido Diego, nada. No quiero volver a verte, siento que me aburre tu presencia, pero aún así te quiero, estoy confundida no sé que tengo, necesito libertad. Discúlpame.

- Te vas arrepentir algún día de eso romina, yo di todo de mí por ti, te llegó, nada te importa, tú no quieres a nadie, ni a ti misma.

El sabía todos mis problemas, mis desordenes, mis defectos, mi bipolaridad, mis problemas familiares, etc. Cuantas veces lo necesité a mi lado y el siempre estuvo ahí, pero ahora como mi amigo, nunca se vengó como lo prometió al despedirnos, ese día me fui de su casa caminando delante, sin mirar atrás porque sabía que se rompería mi corazón. Me sentía tan mala, tan mierda, sabía que le terminaba por querer libertad para hacer perrada y media por ahí. Le rogaba a Dios que nunca me pase eso, pero bueno lo que pasó antes y después de él también fue una buena forma de pagar lo que hice con Diego. El amor es de dos y es horrible cuando solo uno lo siente y el otro no. Diego hablaba con mis amigas, y hablaban de mi, todas me decían que era una mierda que en verdad no debí ilusionar algo que en verdad no quería, pero es que en realidad si lo quería solo que no era el momento, no lo sé, será porque antes de él tuve a mi primer amor, y Diego no pudo alcanzar ese tope de desesperación, emoción y cariño. Pero ahora lo veo diferente, hay algo en él que hace que me arrepienta, me hace sentir que todo lo que viví después de él fue un desastre. El idiota con su hija, agarres sin sentido que no llenaban aquel vacío y uno que otro enamoradito con los que tenía relaciones superficiales, sin amor, cariño, lealtad y confianza, nada era real, para nadie yo era real, solo para él. Para los demás chicos que ilusioné y con los que jugué yo existía por el hecho de humillarlos, me querían por el hecho de rechazarlos, de saberlos manejar, pero no por quién yo era de verdad.

CAP.11 LA TENTACIÓN DE VOLVER A FUMAR MARIHUANA

Estaba caminando en la calle, a la espalda de mi casa hay un parque, caminaba sin sentido y recorría las bancas por las que habíamos estado Diego y yo un par de años atrás, estaba escuchando reggae y hablando sola “La vida tiene cosas buenas, estoy segura, pero se vuelven invisibles cuando las buscas…”. Me encontré con Sergio un amigo que vive a la espalda del parque, el estaba fumando marihuana sentado en la vereda, a penas lo vi no sé porque me dieron ganas de correr y llorar con él, vi en su rostro la misma tristeza que vi en mi cara unos metros atrás cuando vi mi reflejo en un carro, grité para que se acerqué y nos sentamos en una banca.


- Habla Romina que tal, que milagro caminando por acá

- Nada lo que pasa es que estaba pensando un poco, ¿y tú?, a ti te veo pensando con muchos ánimos- riendo de medio lado y sin muchas ganas.

- Que irónico, tú dices que estoy pensando cuando lo que menos quiero hacer ahorita es pensar.

- No dejes que los problemas te invadan, en el peor de tus días , en el peor momento, el más triste, en realidad es el mejor para demostrar tu fortaleza.

- De la única manera en que saco fortaleza es… puta no sé fumando, esto me llena, me da paz, me aleja de mi realidad, me da una sonrisa momentánea y si no me hace sonreír me hace NO pensar.

- Tú medicina me suena bien.

- Quieres que te dé la cura?- me miró y supo rápidamente que la insatisfacción en mi supuesta sonrisa era un si.

Fumamos un buen rato, nos echamos en el pasto, olía a eses de perro pero nada importaba más que las ganas de reír y olvidar.

Cap.10 ¿MI VIEJA TENÍAS QUE SER?

Mi madre, mi madre, mi madre, acabo de tener una discusión con ella, me revienta en cólera que solo piense en ella, como si el mundo girara a su alrededor, lo único que sabe hacer es fregar, me aguanto tanto la ira, la impotencia que entra en mi cuerpo de tan solo pensar que tengo que hacerle caso por una simple cuestión de respeto porque me dio la vida. A veces siento que no le intereso, que tal vez llegué a su vida en un momento en el que no debí llegar, a veces le atribuyo toda la culpa a ella, yo no pedí nacer. Por otro lado, mi cuerpo, mi mente y todo mi ser se inunda de tristeza al pensar que tal vez no soy lo que ella esperaba, ¿qué hice mal?, tal vez decirle las cosas en su cara, que es una viciosa, una egoísta, que grita como tamalera por las puras. Mi tranquilidad la altera, la hace decirme cosas como “de todos mis hijos tu eres la peor mierda que me tocó parir”, eso me dolió, raramente me duele lo que me dice, bueno, yo creo que no me duele ni me afecta pero en realidad no lo sé, cuando lo dijo sentí una punzada en el pecho, con ganas de largarme de esta casa de no volverla a ver, me dolió más aún ver el rostro de mi padre mudo, sin decir nada, como si le diera la razón, yo no tengo la culpa de que ellos estén viejos y ya no tengan ganas de criar, si es que conmigo algún día lo hicieron, tampoco tengo la culpa que no tengan la iniciativa de calmar mis dolencias.

Cap.9 despues del reencuentro Viene la salidita con remenber

Recuerdo que luego de que terminamos, seguíamos viéndonos, cuando ponía algo en mi Nick, por ejemplo, una carita triste, siempre se preocupaba por mí, estaba pendiente de una forma “caleta”. Cuando le decía que estaba aburrida y que quería que venga a mi casa, en menos de una hora tocaba mi timbre. Uno de esos días estaba con Sergio en mi casa, hasta que les dio hambre y fueron a comprar un sanguchón a la tía veneno. Habíamos estado agarrando en mi casa, pero todo tranquilo para mí no había compromiso, pero notaba en sus ojos, en su mirada, ese calor, esa temperatura que solo te brinda la persona que quieres, podría jurar que lo notaba pero no me quería percatar, no lo quería admitir como me decía Lorena Tapia, mi mejor amiga en esa época. Mientras preparaban el pan, yo lo abrazaba, lo besaba, de lo más natural, siempre era así pero cuando llegaba la hora de despedirnos le ponía mi seco y cruel cachete, como diciéndole “no te emociones, esto es por hoy”.


En otras ocasiones íbamos a la casa de otra amiga, Andrea, recuerdo mis palabras “oye Andrea me quiero agarrar a Diego” y ella me decía “de hecho la haces, es más que obvio”. Estábamos los 3 sentados en un mueble tomando unas latas de cerveza y le dije a Andrea en el oído “tú dame el empujoncito yo hago todo lo demás chola”, sabía perfectamente que él no tomaría la iniciativa, me trataba raro, era difícil de explicar, se había convertido en un chico callado y mucho menos desenvuelto, claro, cuando estaba yo.

- No puedo creer que estén ustedes dos de nuevo en mi casa, ¿no les trae recuerdos el baño?, ahí se han metido unas encerronas malditas en las reus- dijo Andrea tomando un sorbo de su lata.

- Mientras sonreía de oreja a oreja, dije- no me acuerdo alucina, nada del otro mundo.

- ¿Y hace cuanto que no agarran ah?-

- Hace tiempito ya…no me acuerdo- dijo diego dándole una pitada a su cigarro.

- Lo quedé mirando, le agarré la mano y no sé por qué extraña razón sentía química en nuestra piel, lo agarré del mentón volteé su cara frente a la mía y dije- ¿te hago recordar?- y lo empecé a besar. A la hora de despedirnos otra vez era como si nada hubiera pasado.



Me desvié del tema, el asunto es que La pasé recontra bien y eso que no fumé marihuana, conste que tenía ganas y me las aguanté como hacen las buenas mujeres como yo, ya me llegó, no voy a dejar de fumar, a demás sale de la tierra, si Dios nos la dio fácil es porqué la necesitamos para ser felices. No, me sobrepasé con esa suposición, pero no es tan mala, de hecho te alegra en la soledad real.

- Ale, lo qué me paltea, es que vi a Diego tan lindo, creo que me movió un poco el piso alucina- con cara de preocupación- lo voy a llamar.

- Calla huevona, estás loca, seguro es porque hablaron un montón del pasado, pero nicagando te gusta, ahorita estás en una etapa bien pendeja, no tienes estabilidad en absoluto, no se merece que le hagas daño de nuevo.

- Tienes razón. Te amo huevona eres la mejor.- pero como siempre yo, escucho los consejos y no me doy cuenta en que momentos tengo que aplicarlos.

Quedé con Diego en encontrarnos en Starbucks del parque Kennedy, yo llegué primero, MALDICIÓN, nunca me había pasado eso, estuve fumando mientras lo esperaba en las mesas de afuera, me moría de frío, eran como las 6pm.

- Oye papito llegas tarde, te informo que soy una chica muy ocupada, Me voy.

- Romina por favor, quieres que te recuerde cuantas veces me has hecho esto?, te conozco tanto que sé que no te irás, avanzarás media cuadra y esperarás que te persiga, pero no lo haré , OH QUE PENA, lo siento- soltando carcajadas burlonas.

- Así que Diego el aburrido está con la chispa, qué raro, estás fumando hierva?- levanté las cejas y me aguanté la risa.

- Puta, que graciosa eres mi amor, perdón, Ex amor, no, perdón “amiga”- riéndose

- Sin mucho rodeo pues dieguito, alucina que te extrañé, creo- miré hacia otro lado sin darle importancia a mi comentario.

- ¿Qué quieres tomar Ro?

- Un frapuccino caramel, el de siempre. – sonreí, todo el rato sonreí que bestia parecía estúpida.



Estaba fumando y de la nada me empezaron a arder los ojos, creo que es porque necesito lentes, el humo entra a mis ojos y por alguna extraña razón mi ojo se seca. Me estaba sobando los ojos porque me ardían demasiado.

- Ro, pareces borrachita porque te sobas tanto los ojos, te los vas a dañar- sacando mis manos a la fuerza de mis ojos.

- Ay no, es que me arden mucho no sé qué me pasa-

- Están emocionados de verme otra vez- riendo.

- Cállate pavo- sonreí, para variar- lo que pasa es que creo que tengo ojo seco, por eso me fastidia tanto.

- Vamos al carro, buscamos una farmacia y ahorita mismo compro unas gotas para que dejes de sobarte de esa forma, se están poniendo rojos.

- Hay que sobreprotector, cuando no-

- Ay por favor, no me estoy preocupando por ti ah, no alucines, solo por tus ojos que es lo único que me gusta de ti-

- ¿Qué? – “no puede ser ”, pensé.

Cuando estuve con Diego me consideraba chibola no sé es raro, nunca tuvimos relaciones, no sé porqué extraña razón, me gusta más ahora, solo es un gusto y espero que todo se mantenga así, lo veo más varonil, caballero, churro y fresco, antes era un pobre pisado, como de esos que choteo al mes. Me encanta que sean lindos y cariñosos conmigo, me fascina, pero no al extremo de ser pisados, un hombre tiene que dar a conocer sus ideas, ser fuerte, es HERMOSO cuando demuestran su debilidad ante su “amor”, pero nunca en exceso.

Cap.8 EL TEMIDO REENCUENTRO CON EL EX

Hoy es día de juerga brutal, como todos los fines claro, fui a una discoteca de por ahí y me encontré a un ex, Diego, que he estado frecuentando después de terminar, el que para mi sorpresa estaba de administrador del local desde hace pocos días, a él le hice mucho daño, era insegura de todo y si me gustaba otro chico a Diego lo mandaba a volar, luego me arrepentía y volvíamos. Lamentablemente es pata de algunos amigos y amigas; tengo que admitirlo, literalmente lo adoran.


- Hola que tal a los años Rominita?- no sé porqué cada vez que alguien me decía “Rominita” me incentivaba a salir de los límites, será porqué me recordaba a mi primo tentándome.

- Diego qué tal, a los años- sonreí coquetamente y tomé varios sorbos de whisky mientras él estaba con sus amigos y yo con los míos. Llegó un punto donde estaba picada, solo picada y decidí como buena mujer, pedirle perdón, el no tiene la culpa de nada, si mi vida es ó fue una mierda él no tenía porqué aguantarla.

- Diego, sorry que te joda sé que estás chupando con tus patas pero, quería pedirte disculpas por todo lo que te hice, no te lo merecías así que enserio PERDÓN.

- Ya Ro no hay paltas enserio, eso ya no me interesa ahora, ni me acordaba - lo miré con una cara de mierda- Tranquila mujer, es broma, amaba ver tu cara de molesta cuando algo no sale como lo esperas. A demás a ti no te creo nada, estoy acostumbrado a eso, a de lo que dices creer el 20% y eso.

- Puta Diego no empieces con esto- le dije seria, firme.

- Es que así no son las cosas Romina, ¿tú crees que las cosas se perdonan así no más?

- Que hablas? Diego solo te digo que estoy arrepentida finito, quiero ser tu amiga.

- Me parece perfecto porque no planeaba llegar a más.

- Yo tampoco- “ala mierda no puede ser, jamás pensé que me contestaría así”- ¿podemos olvidarnos de este incidente?

- Déjame pensarlo…- tomando un trago sin darme mucha importancia.

- Diego!, que tienes ¿todavía con los rencores?-

- Nada Romina perdón, ya fue pava todo está bien- luego de que dijo eso me quedé tranquila, conversamos un montón de cosas del pasado, traté de no hacerlo enojar de nuevo, así que todo con cautela.

Luego de bastantes tragos, el alcohol ya estaba fluyendo en nuestras sangres, corría por las venas, los ojos se me caían y me percataba como sus ojitos se llenaban de cansancio.

- Ro, alucina que…puta nada ya fue

- Diego habla, hay que mariquita eres, como siempre- levantando la cejas y pasando mi mirada por alrededor.

- No es que no viene al caso, que pesada, más sapa.

- ¿Nunca expresas lo que sientes no? ¿Olvidaste los cojones en tu casa?

- Te quería un culo alucina.

- Sh, no vale la pena recordar.

- Si tienes razón.

Cap.7 ¿con la prima hasta que gima?

Tengo cierta frialdad para manejar las situaciones a las que llamo “relaciones amicales con derechos” el salir con chicos, agarrar, un intento de que pase algo en el futuro. Pero nada es real, quise tanto que nada se podrá igualar de la noche a la mañana a ese amor, necesidad, compresión. Es por ello que no me doy cuenta lo conchuda que puedo ser al jugar con las personas porque a mi literalmente me hicieron mierda, yo realmente di todo y recibí solo abusos. Lamentablemente, la vida tiene cosas buenas, solo que se vuelven invisibles cuando las necesitas.


*

Él, No es como todos, es raro, te escucha, no critica, hace que las palabras me fluyan, que mis dedos corran solos, simplemente no es necesario pensar antes de escribir, en nuestras conversaciones nada es prohibido, nada es tabú, no nos llegamos a entender por completo, pero eso es lo que mezcla la profundidad y la necesidad que tenemos del otro. Sabemos que no existe la perfección pero somos consientes que nosotros estamos muy cerca a ella. Su vida es algo caótica, el mundo que nos rodea es mierda desde su óptica, para él, la peor enfermedad es el amor, especialista en el arte de pasar desapercibido, escapa de las situaciones tensas, es vengativo, no paga con la misma moneda, el paga con dos (Mucho Aldeanos creo). Todo estaría bien si no fuera mi primo.

Maldición, no sé que me sucede, nos vemos pocas veces al año, pero cuando lo hacemos no existe nadie más, ese deseo carnal que me llama a lo prohibido, lo veo y fijo mi mirada en sus labios, en su movimiento, es imposible controlar mis ganas de besarlo, juraría que no estoy enamorada de él, pero es que veo esa situación con ojos de dificultad y me llevan al deseo de culminar esta historia. Es tan frio y cruel con los demás, conmigo es tan comprensivo y bueno, su bipolaridad se asemeja a la mía, como puede mezclar esa coquetería con su orgullo, quiero dominarlo así como el me domina. Siempre nos jodemos, tratamos de quedar un día para ver si “agarramos un toque” como él dice, y me saca en cara de porqué mis amigas pueden tocarme y el no, porque los desconocidos pueden probar mis labios y el no, total, el es el primo tiene más derecho.

“Bueno Romina, yo estaría complacido en poder deleitarme con la observación de…. Bueno… tú sabes, esas partes que las mujeres no deberían taparse, ¿Cómo se dice? ¿Bubíes?” “prima, enserio quiero tener hijos contigo, y no quiero saber nada de inseminación artificial, hay que hacerlo a la ANTIGUA y si quieres que salgan bonitos tenemos que ir practicando”. Yo, por joder, le digo que ya cualquier día de estos tiramos y si nos gusta lo seguiremos haciendo, sin compromiso alguno, por obvias razones, estás conversaciones están subiendo bastante de tono y mi curiosidad aumenta junto con mi ansiedad. De la nada “el primo” me ha dejado de hablar, se ha enamorado creo no lo sé, me siento rara, con él y solo con el tengo muchos sentimientos encontrados. A partir de mañana dejaré de oír, demostraré que tengo voz y mandaré a la mierda a los que no me quisieron escuchar.

Después de mucho tiempo me llamó a decirme que le consiga pases para Help, le dije que normal, obviamente yo también fui. Sin mucho rodeo, chupamos como locos, mi ebriedad y la de él era notoria. Me encontré con una amiga con la que fumaba hace tiempo.

- ¿Que tú dices unos hits? –

- Como las huevas ah! Acá tengo un culo, vamos al centro y la hacemos.

- Nada chola, era broma ya no fumo, me estoy limpiando, bueno eso intento—soltando una carcajada.

- Oye no jodas vamos a fumar, más rico, no me vengas con limpieza, pureza y tanta vaina que tú no eres la más indicada mamita—

- Ya fresh, le meteré unos toques como los viejos tiempos, pero al toque no más que mi primo está por acá y jode peor que mi viejo porque no le gusta que mezcle trago y hierva.

Hubiera querido haberle metido solo unos toques. Le metí un buen rato, me sobrepasé, estaba locasa. Cuando llegamos a mi casa, lo agarré bien fuerte de la mano y lo llevé hasta el cuarto donde el dormiría, estábamos completamente a oscuras, yo disfrutaba de mi deleitante trance, me le acerqué y puse exactamente mis labios junto a los de él, estos se rozaban a tan cercanidad que se sentía la respiración del otro.

- te gustaría ir practicando ahorita “primito”? – sin esperar respuesta lo empecé a besar, de una forma rara, absorbente diría yo.

- Tenemos toda la noche para practicar Rominita.



Empezó a desvestirse rápidamente, yo me quedé parada brazos cruzados viendo como se quitaba la ropa, el me quedó mirando como diciendo “oye mamita ya pues”.

- ¿Romina creo que esta huevada se hace de a dos o no? , la verdad no sé, no suelo hacer esto con mis primas- me miró a los ojos y sonrió sin mostrar los dientes.

- Ay primito, ¿así no más tan rápido y sin emoción te vas a quitar la ropa? Que tela—sentía cierta necesidad de joderlo por haberme dejado de lado tanto tiempo.

- ¿Qué? Romina estás loca, no haré lo que tienes en mente—

Me paré a su costado metí mi mano en su pantalón, vi su cara de satisfacción - ¿Qué decías? , ¿Qué no qué?-

- No nada Ro, dale como tú quieras.

Lo empujé al mueble me senté encima le sonreí y le dije - Desvísteme-.

Cuando me levanté a las 6am para subir a mi cuarto el ya no estaba, me dejó una nota que decía “¿Qué rico practicamos ayer no Ro?, extrañaré tu mano deslizándose…Bueno, chau prima te quiero, saludos a mi tía”. Sonreí, me cubrí con la sábana y subí las escalaras.

¿Qué huevada no?, yo que rajo de las putas y ayer me sentí como toda una de ellas. Alessandra, la qué sabe mi vida entera, siempre me cuida en mis borracheras pero esta vez no fue, así que no pudo controlar mi yo interior, cuando le cuente se va morir. Creo que le estoy agarrando mucho más el gusto a estar sola, sin enamorarme, solo disfrutando de lo loca que puedo estar.

Cap.6 parte dos PRIMERA SALIDA

Estábamos caminando, cuando de la nada aparecen esos niños que venden rosas en Miraflores.


- Amigo, ya pe, una florcita para tu flaca que está bien bonita ella-dijo el niño

- Uy no seas malo pues, que va ser mi flaca esta mujer, por favor, no te confundas, me estas ofendiendo “chochera” ya no te compro nada- y soltó carcajadas burlonas.

- Ay por favor Diego, ya quisieras estar conmigo, como no puedes te llenas de impotencia, pobrecito- le agarré la cabeza y le di un beso en la frente acariciándolo como perrito abandonado.

- Ya Romina calladita eres hermosa, abres la boca y me da ganas de callarte a besasos- se hizo el loco unos segundos- oye tú amigo, dame una flor, no, no mejor dame dos.

- Ay qué lindo Dieguito me va comprar mi rosa! Estás bien obediente hoy día, que emoción.

- No Romi, no te confundas, no escuchaste al niño, dice que las rosas son para gente bonita, una es para mí y la otra es para mi mamá!- y se estuvo riendo como 10 minutos por su chistesito sin gracia.

- Me llegas alucina, ya no te quiero, vete- y agaché mi cara misma actriz de telenovela.

- Mentira corazón, toma, aunque no te la merezcas- y se aguantó la risa.

- Le golpeé despacio el estomago- Eres un tarado, me haces roche con medio país que pasa por nuestro costado-

- Se paró y me abrazó agarró mis manos y dijo- Romi, si quieres empiezo a gritar que no te mereces una rosa ni dos, si no todo un ramo carajo. Compré dos porque sé que con lo descuidada que eres una se te va perder.

- Asu, me dejaste muda, eso no lo logran muchos, creo que descubrí al único que me puede cagar- levantando las cejas y sonriendo de medio lado.

- ¿Sabías algo Romi?- sobando mi mano con su dedo pulgar.

- Dime…

- Me gustas.

domingo, 1 de agosto de 2010

Cap. 6 Romina conoce al Co-protagonista

Luego vino Diego, que es raro de explicar. Recuerdo cuando lo conocí en una discoteca, me dijo que me conocía de algún lado y yo le seguí la corriente porque lo vi simpático y pensé en hacerme su pata. Estuvimos bailando un buen rato, hasta que de la nada se acerca una chica con un vaso de hielos y pasaba a cada rato y nos quedaba mirando, después de unos 10 minutos volvió con el vaso lleno de whisky en las rocas y me lo tiró en la cara, yo me quedé idiota, no sabía a dónde meterme y le tiró una cachetada a Diego.


- Es tu flaca?- dije mirándolo seriamente, mientras me limpiaba la cara.

- No ya no estoy con ella pero siempre me jode, así son todas, están locas y más si se trata de mí, tu sabes con esta pepita nadie se resiste.

- Ya pues, no te creas tanto já! Mejor me quito alucina, no quiero roches.

- No Romina, yo quiero seguir bailando contigo.

- Sigue queriendo pues- le sonreí y seguí bailando con él.

El siempre me decía para salir pero siempre lo cancelaba porque yo estaba en lo mío, con mis amigos, con mis amigas, saliendo y tomando con ellos. Siempre se quejaba de que no le daba bola y que “el estaba bien rico y nadie lo rechazaba”. Un día que estaba extremadamente aburrida le atraqué.

- Dieguito se te hizo!, puedes festejar.

- Romina, ese milagro que me llamas

- No te emociones mi amor, es que necesito que me hagas la taba a Miraflores un toque.

- Por supuesto que sí señorita, como usted diga- dijo sonriendo.

- Buen chico- dije como si estuviera hablándole a un perrito.

- ¿Dónde? ¿Cuándo? Usted dirá, serás mi patrona por un día.

- ¿Y por el resto de la vida?

- También.

- A las 7pm ven a mi casa.

- Listo 6.58 estaré ahí.

Cap. 5- Aprende a querer y lo Pierde

Hace tiempo me enamoré perdidamente de un chico, Fernando Rodríguez alias PAPO, estuvimos en planes muchísimo tiempo es por eso que me moría por él, siempre lo esperé, pero siempre lo dejábamos pendiente por una u otra razón, hasta que por fin se dio , estuvimos y luego de un tiempo cuando estaba en el británico, una chica que recién había conocido me empezó a contar que su amiga la boto de su casa el sábado en la madrugada porque la dueña de la casa iba a tener una noche muy apasionada con su enamorado, yo escuchaba la historia sin mucho interés hasta que de la nada dijo “odio a Fernando Rodríguez, por su culpa me botaron” en ese instante traté de prestar más atención, le comenté que Fernando Rodríguez era mi enamorado, ella se quedó sorprendida, sacamos conclusiones como media hora y nos dimos con la sorpresa que hablábamos del mismo Fernando, el cual había estado jugando conmigo y con su amiga, opté por salir llorando de mi clase y nunca más volví. Luego de eso intentaba olvidarme y salir con otros chicos, soy de recuperaciones tardías. Papo se fue a Italia para siempre, nunca más lo volveré a ver, el fue la primera persona que amé, la que siempre llevaré dentro de mi así me mate con sus pendejadas, nunca olvidaré cuanto lloré, cuanto lo pensé y cuanto lo extrañe y lo entraño. El me hacía escribir cosas hermosas, cuando se fue a Italia escribí mucho para él.




No me queda explicación, ni inspiración

Todo lo que tenia adentro se fue volando

Contigo, Con tu esencia.

Llego por las tardes y me pregunto si el atardecer tiene precio

Que no daría yo por verlo eternamente.

Siempre pensé desde niña que cada atardecer es como si el sol entristeciera

Se mezcla Lo azul del día con lo rojo del dolor.

Luego cae la noche en la cual el sol es cubierto por las nubes

Para que jamás, nunca esté solo.

Eso lo escribí una tarde de invierno, ya estaba bastante recuperada. A pesar de que me cagó el siempre tuvo presente que lo quería más que a nada en el mundo, no sé si estaba obsesionada o enamorada, pero moría por ese hombre, no me importaba que me haya sacado la vuelta, no me importaba NADA. El día que me enteré que en pocos días se iría a Italia, le dije que lo quería, olvidé por completo todo lo que hizo, no me importó nada, solo lo llamé y le dije que lo quería, que mi mayor deseo era que nunca olvide eso, que siempre iba a estar para él, que nunca lo iba a olvidar, que era mi base y la estabilidad que necesitaba a pesar que él me daba estabilidad sin ser estable el mismo. Lo único que contestó a todo lo que le dije fue “Pucha, romina, es tarde otro día hablamos estoy comiendo, chau”.

Esconder mi orgullo para sacar a flote lo que sentía no sirvió de nada, solo saque de él desprecio, desprecio destructor de almas, desprecio que trajo como consecuencia una noche llena de llantos crueles, donde el orgullo se asfixiaba al igual que Yo. Asfixia al sentir que no tenía como expresar tanto dolor, ya que... A veces llorar no es suficiente.

- Hay Romi, el amor es el sentimiento que más duele, porque cada cosa que sucede te va doler como si te clavaran un puñal por la espalda. Ya te rebajaste lo suficiente.

- No ale, iré a su despedida, me llega altamente que no me valore, me llega todo, si no lo veo por última vez, no viviré tranquila.

Cap. 4 Romina aborta.

Lo que inspira el reggae, mi vida está marcada por una larga lista de hombres, tengo la habilidad para pescarlos, capturarlos y rechazarlos con cierta compasión y una que otra mentirita sana, pero MI gran problema radica en que no sé valorar lo que pesco y que ellos nunca llegan a capturarme a mí, ni siquiera rosan mi sensibilidad. Me encanta hacerme, fabricarme, ser quien quiero y necesito ser, y lo que soy no se adormece con los sentimientos de los demás, a menos que ya sea demasiado tarde, cuando me doy cuenta el daño está hecho. Será porque nada me parece tan doloroso, a mi me han hecho mierda de una y mil maneras ya sea mi madre ó mis relaciones eran una mierda, nada me parece tan fuerte, nada me parece tan “in-merecible”, todos merecen algo malo un día, todos merecen que se les mienta, todos merecen ser ilusionados y botados, saben ¿por qué?, por el simple hecho que así se aprende, y sin querer queriendo he ido por la vida ayudando a que algunos hombres aprendan, ESTA es mi forma de hacerme sentir bien ante tanta pendejada.


Tampoco soy tan mierda, si me enamoré, no sé si decir que me arrepiento porque es algo que yo misma busqué y que yo quería, pero que más podía esperar de Él, el innombrable. Ese hombre cargado de mentiras, de complejos, de resentimientos, de ganas de desfogar y devolver lo sufrido, se topó conmigo en plena etapa de querer hacer las cosas bien, una chica con disque las cosas claras, en “mi” momento de la vida donde pretendía NO CAGARLA. El también fumaba marihuana, podíamos estar juntos todo el día, sin límite de horarios, de espacio, de amor; bueno, eso era lo que yo creía.

El tenía sus cosas raras, había días que apagaba su nextel todo el día y me ponía escusas idiotas, pero yo estaba tan cegada que le creía todo, hubo una semana que se fue de viaje y recuerdo que fue lo más doloroso del mundo porque no había señal y no nos podíamos comunicar. El día en que cumplíamos seis meses, lo esperé en su casa con globos, comida rica y caliente, una enorme gigantografía como un reloj de tiempo, con fotos de nosotros desde cuando solo éramos amigos hasta ese día. Lo esperé todo el día y el simplemente nunca llegó, y lo perdone. (Que épocas tan vergonzosas)

El día en que quedé embarazada, apenas se lo dije, tiró dinero en la esquina de mi cama y no dijo más que “Con eso cómprate lo necesario para que te bajes al chibolo, yo, ya tengo otra hija que atender y a las justas puedo con ella”. Nunca en su vida me dijo que tenía otra hija, ¿de dónde mierda salió?, ¿Por qué nunca me dijo nada? Tenía tantas preguntas en mente y todas sin resolver, nunca más lo volví a ver, después de cómo un año me encontré con su prima, Valeria, apenas me vio no sabía por dónde meterse, aún recuerdo su voz temblorosa cuando me dijo “Romina, siempre quise decírtelo, pero él ya tenía una familia, su hijita se llama Camila igual que su madre, el sólo estuvo contigo porque se enteró que la madre de su hija se la llevo a no sé qué provincia, es por eso que viajó a buscarlas y ya las encontró”. A los días le dije a una amiga que me acompañe a comprar las pastillas, tenía miedo, soy tan cobarde y ese día lo descubrí, esa fue la peor experiencia de mi vida, algo de lo cual me arrepentiré hasta el final de mis días. Abortar nunca estuvo en mis planes, siento esa carga, ese dolor, me duele hablar de eso, por ello el capítulo termina aquí.

sábado, 31 de julio de 2010

Cap. 3 La mejor amiga convertida en una Perra

Ella se llama Lorena, ha pasado unos 3 años de su adolescencia encerrada en su casa, y bastante limitada, podrán decir que soy una loca, pero considero que cada persona tiene que vivir lo que tiene que vivir, muchos padres de familia limitan a su hijos con el fin de protegerlos pero lo único que hacen es dañarlos de alguna manera, nadie aprende si no vive, el hecho de que un papá le diga a su hijo, sabes que hijito no hagas esto porque es malo, a ti que carajos! , te va entrar por un oído y te saldrá por el otro, puedes escucharlo un rato y darle la razón para no preocuparlo o hacerlo renegar , pero nunca sabrás que realmente algo es malo o bueno, peligroso, gracioso, beneficioso, etc., hasta que realmente lo vivas, los padres pueden estar ahí para protegernos, pero tiene que llegar un momento donde el adolescente tiene que vivir lo que le tocó vivir, para que cuando sus padres ya no puedan ayudarlo no sea presa fácil para esta sociedad que solo se aprovecha y le miente a los más débiles.

Lorena como es de esperarse, nunca salía, se la pasaba viendo televisión, dentro de los límites de las 4 paredes de su cuarto, presa fácil para cualquier aprovechado que le encanta la carne inocente, ilusa, carne que no sabe lo que sucede fuera del mundo donde “mami” te da desayuno y te calienta la leche. Luego de mucho tiempo la convencimos para que saliera con nosotras, no me considero una tipa que se las sabe todas, es más, soy bastante maricona; estábamos divirtiéndonos, como un fin de semana normal hasta que Lorena desapareció.

Luego de eso nos enteramos que llegó a su casa al día siguiente, sin sandalias, sin nextel, sin cartera, sin nada, una chica la dejó en su casa borracha, alegando de que no la conocía y que la encontró tirada en un parque de por ahí, nadie sabe lo que realmente le sucedió, ni siquiera ella misma, la impotencia de no acordarse la hace llorar, y la impotencia de no haber sabido manejarse, la hace llorar más aún. Eso no solo le hizo daño a ella misma, si no a los que la rodean también, su mamá estuvo bastante preocupada.

Para mí, eso es un límite, el punto medio donde dañas a alguien externo a ti mismo. Si quieres cagarla, cágala solo, ¿porqué hacer sufrir a gente que te quiere? , ya no me hablo con Lorena, se volvió una puta reprimida que tenía relaciones sexuales con el que se le cruzaba, claro que después de esa experiencia dejó de ser tan idiota y de recibir tragos de un desconocido, ahora nadie la para, estuvo tan reprimida durante tanto tiempo, que lo único que sabe hacer cuando sale, es convertirse, desfogarse, etc.

Alguien me dijo que pedir perdón era de huevones, no lo considero así, siempre y cuando de verdad hayas cruzado el punto medio donde dañas a alguien, ¿porque sería algo de huevones si admites tu errores? , el que no se haya equivocado algún día que se tire un balazo y que se muera, porque de las equivocaciones se aprende y si nunca cometió un error es porque no sabe nada.

Cap. 2 Descripción "tengo 18 años y vivo la vida a mil"

Yo me considero una chica normal, con una madre tremendamente loca, una hermana y un hermano. Mi madre, fue brutalmente maltratada por sus abuelos, ya sea psicológica o físicamente, de pequeña le daban correazos en las rodillas hasta que estás sangraran, le hablaban mal, la hacían sentir como si ella hubiera sido un error, como si toda su generación hubiera sido un error, le arrancaban 10 cabellos si es que no lavaba la ropa de la pareja de su mamá , a la cual yo llamo abuela, su cuero cabelludo llegaba al punto de gotear sangre, el maltrato traspasa los límites de la crueldad y nos demuestra como un ser humano con odio, puede convertirse en un feo animal. Sus padres, divorciados dicho sea de paso, velaban cada uno por su lado, el egoísmo con mi madre era excesivo, nadie se preocupaba por ella, y es por ello que creo que ella no siente la necesidad de preocuparse por nosotros. Mi nombre es Romina, tengo 18 años y vivo la vida a mil. Admiro a mi hermano, es fuerte, justo, siempre lo vi como ejemplo, está loco pero a veces las personas que están locas viven y hacen lo que realmente quieren, sin importar las limitaciones o los impedimentos, claro que todo tiene un punto donde si te sobre pasas terminas mal, pero insisto, ser cuerdo es malo, porque vives pendiente de las limitaciones que te mantienen como tal un simple, común e insignificante cuerdo.
Hasta hace un año fumaba marihuana, es algo natural, ya no lo hago tanto desde algo que me ocurrió, sale de la tierra, pensaba, si Dios nos la dio es porque algo bueno tendrá no creen? Bueno un día, estaba en uno de esos bares donde ponen full rock, y música bastante Stone, la gente se mete su wiro y otras cosas más, pero lo que más abunda en esos barcitos es la MAMA MARIHUANA.

Estuve tomando unos vinitos con una gente en la casa de mi abuela, luego llegué al bar con unas amigas, y empezamos a tomar cerveza, una amiga me dijo oye nos metemos unos hits? Y yo me quedé pensando un toque y le contesté ya normal, me llevo hasta un pata que no conocía, era chato, de rulos, hasta ahora lo recuerdo, tenía huequitos en las mejillas producto del acné, nos pusimos en medio de la pista de baile donde ya olía a marihuana de por sí, empezamos a lanzar, lancé como loca le metí un montón de hits, en el momento lo veía relajada, luego de cómo media hora, empecé a sentir los horribles efectos de la mezcla de la marihuana con el alcohol, es lo peor del mundo, si algún día quieren probar marihuana, regla número uno, hacerlo con alguien que conozcan y regla dos, no tomar alcohol etílico antes “de”. Me la pasé vomitando hasta mi alma esa noche, corrí hacia el caño del baño, no podía más vomité y vomité, miraba el caño y sentía como pasaba el agua por mi mano, como corría el agua, no pensaba en nada más, solo en que quería salir de ese trance lo antes posible, mi amiga me sobaba la espalda, la típica de cuando vomitas tu amiga diciéndote que todo va estar bien, que ya va pasar, y todo ese floro. Nunca pasó.

Estuve con un paramédico de la discoteca, no me acuerdo su cara por obvias razones, puso una luz enorme en mi ojo, y le decía a mi amiga, que yo no reaccionaba, que estaba sin reflejos, y por ende era la presa más fácil del planeta, que me dieron NOSÉ, yo siempre pensé que no podía sucederme nada, siempre pensé que era invencible y que tener cuidado era para huevones, pues en ese instante tirada en una camilla en una discoteca, luego de haber vomitado, no era más que un trapo con el cual podían hacer y deshacer lo que quisieran. Haciendo un paréntesis, acabo de escuchar a mi papá gritarle a mi mamá algo de “gente de mierda, tienes puro hermano drogadicto, quien me mandó a juntarme contigo”, que raro mi papá nunca grita, es un ángel, que habrá hecho mi mamá. Hablando de drogadictos.

Luego de que me pasó eso dejé de fumar tanto, pero fumé muchísimas veces antes y la pasé más que bien, no lo puedo negar, pero todo tiene su límite, esa es mi palabra favorita “límite”, ya que él, es el que te enseña hasta donde puedes llegar sin dañarte a ti mismo, o a los demás, digo a los demás por algo que le sucedió a una amiga.

Cap. 1 Intro

Dicen que las personas son lo que son gracias a lo que viven, dicen que la gente traspasa los límites cuando en verdad necesitan algo, dicen que la gente sana no sabe nada, dicen que mandarte a la deriva es peligroso, dicen que llenarte de lágrimas es de maricones, dicen que mi vieja está loca, dicen que drogarse es rutinario, la gente se queja de la gente que no tiene personalidad y que se deja influir, y la gente hace que su gente no pueda decidir por sí misma. El círculo vicioso de la vida, lo que vive la abuela lo vivirá la hija y la nieta, eso de que “yo no seré así con mi hija” son huevadas, inconscientemente cada vez que nos hacen daño, cada vez que nos hieren con algo constantemente, lo empezamos a ver como rutinario, como normal, a pesar de que estás consciente de que te están haciendo mal.

A María le sacan la mierda, llega de trabajar, su esposo un beodo sin causa, que se mete con prostitutas cada vez que puede, llega borracho le pega a ella y de pasadita al par de chibolos que probablemente terminarán drogándose por ahí, o simplemente siguiendo la maldita cadena de maltrato. La mujer llora, lava, plancha y encima le pegan, así es pues, la gente poco capacitada está acostumbrada a eso, y lo ven “normal”. Poca gente lucha por lo que quiere, por sus ideales , por ejemplo, las prostitutas, traspasan los límites de su cuestionada dignidad, algunas lo hacen por que en verdad lo necesitan, dentro de su contexto no están tan atrofiadas o sí? Prefiero que se prostituyan con un condón a que roben o algo por el estilo, ya que así no le hacen daño a nadie.


Cuando están hablando en grupo y alguien pregunta algo sobre la personalidad, las típicas respuestas son “yo tengo harta personalidad, a mí nadie me cambia, yo no hago lo que los otros hacen y bla bla bla “ Por favor , nadie sabe nada, todos absolutamente todos contestan para quedar bien, cuando alguien da una respuesta en público lo hace para quedar bien, pocas son las personas por no decir casi nulas que se expresan con los cojones necesarios para afrontar las consecuencias de sus actos, y la verdad no culpo a nadie, porque la sociedad está parametrada, parametrada a lo que está bien y a lo que está mal, y para mí dar respuestas simplemente para satisfacer a los demás es una forma de no tener personalidad. Es casi imposible tener una personalidad implacable ante una sociedad tan juzgante ante lo que está bien y está mal, sino todos defenderían su posición hasta la muerte y casi nadie lo hace, defender lo que pienso, defender mi verdad, hacerlo así me amenacen, ese es mi reto. Todos nos dejamos llevar por otros que estuvieron antes de nosotros ya sean nuestros padres, abuelos, tatarabuelos, carajo, siempre me pasa esto empecé a filosofar estupideces.